“ Entre lo suyo y lo de todos ha encontrado la expresión de lo nuestro. Ha jugado con el retrato más cruel de lo cotidiano para salpicarlo con trazos de libertad y encontrar así un camino esperanzado. Están allí la soledad, la melancolía, la miseria, la guerra, la explotación… Entre ellas, la amistad, el amor, los sueños, la paz. Todo junto con un laberinto de luces y sombras con color. El color que, a veces, dulcifica y, a veces, brota indignación y empuja a la lucha.

Su obra quiere enseñarnos ese mundo mejor que todos -o casi todos- hemos imaginado alguna vez y sobre el papel están los elementos. No sólo hay puntos, hay sonrisas, música y palabras. Posiblemente es demasiado bonito para ser verdad. No podía engañarnos ni engañarse. Sabía que en las calles y en los campos quedan gritos, órdenes, miseria y reivindicación.

En unas fotografías ha sabido resumir la eterna dualidad, el bien y el mal, lo que puede ser y lo que es. Entre lo uno y lo otro, ha dejado ver motivos para mantener la ilusión de superarnos. La técnica y sus manos han hecho poesía.”

Miguel Adrover